sábado, 22 de mayo de 2010

Don't stand so close to me...

Tengo una lista de hartas cosas por hacer, entre ellas, hacer un cuento, leer libros, ver películas... En fin, una plétora de actividades

Me pregunto si, como a Francisca, el estar haciendo tanto me evitará la muerte, a mí, la persona con complejo de Highlander.

Igual la muerte no puede ser tan mala, al menos no conozco caso alguno de alguien que haya muerto y regrese para quejarse. Pero siempre se halla el tiempo para todo.

Después de todo, es relativo. Y como toda relatividad, siempre puede haber harto tiempo, o nada.

Y aunque uno no sienta el tiempo, pasa. Lo peor que podría pasar es que sea en balde.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Anécdota que nada tiene que ver con el 10 de mayo

Rara vez suelo salir de mi rutina de escribir cosas que salen de la cabeza y que poco tienen que ver con la interacción social. Quizás sean los 30°C que me están deschavetando.

Y pongo "que nada tienen que ver con el 10 de mayo" por que incluyen a mi Sra Madre, pero no pretendo que el lector crea que esto es la ternura, que asome una lágrima y que se haga adepto fiel a esta anécdota. Un carajo.

La cosa está así: Mi madre tiene una comadre a la que de vez en vez visita o le compra cosas. El hecho llama mi atención puesto que mi madre es bien pueblerina y podría decirse que, tal como yo, no gusta de hacerse de amistades. Raro, bien raro...

Tiempo después, y por boca de mi madre, me enteré de que la Sra esa le ayudó cuando mi madre estaba por tener a su primera hija (mi insulsa hermana) y son esas cosas que mi madre no puede olvidar. No cuando tiene un compromiso moral por ello. Me es grato que lo tenga presente y que no sea de esas mal nacidas personas que busca favores y luego olvida rostros. Es esa clase de honor que dudo exista hoy día.

Mi madre no gusta de hacerse de amistades, pero sabe lo que es el honor.